He estado siguiéndole toda la semana para darme a conocer. Tuve que llevar todo el peso de la conversación, porque esta cohibido, pero no me importó. Parecía contento de tenerme cerca y emplee mucho el “nosotros”, tan sociable, pues parecía halagarle que lo incluyera. (Eva)
La nueva criatura de pelo largo me sale al paso que doy a cada momento. No deja de rondarme y de perseguirme. No me gusta, no estoy acostumbrado a tener compañía. Preferiría que se quedara con el resto de los animales… día nuboso, con viento en el este. Creo que tendremos lluvia… ¿tendremos? ¿de donde he sacado esa palabra? Ahora lo recuerdo: la utiliza la nueva criatura. (Adán)
….en los últimos días le he relevado del trabajo de nombrar a las cosas, lo que a supuesto un gran alivio para él, pues no tiene ningún talento en ese sentido; es evidente que esta agradecido… en cuanto se nos acerca una nueva criatura, la nombro antes de darle tiempo a exponerse a un embarazoso silencio. (Eva)
…Jamás llego a tiempo de ponerle nombre a nada. La nueva criatura se lo pone a todo lo que le cruza en el camino, antes de que pueda protestar siquiera… me fastidia molestarme por esto, y de todos modos no me sirve de nada. (Adán)
“Quizá debería tener en cuenta que es muy joven…Es todo interés, ansia, vivacidad; para ella el mundo es encanto, milagro, misterio, alegría… Si pudiera tranquilizarse y permanecer callada al menos unos minutos, constituiría un espectáculo apaciguador”. (Adán)
“Me parece que la criatura está más interesada en descansar que en ninguna otra cosa. A mí me cansaría descansar tanto. Ya me cansa estar sentada observándole en el árbol. Me pregunto para qué sirve: nunca le veo hacer nada”. (Eva)
Fragmentos de la pequeña y graciosa lectura del
Diario de Adán y Eva, de Mark Twain,
….en los últimos días le he relevado del trabajo de nombrar a las cosas, lo que a supuesto un gran alivio para él, pues no tiene ningún talento en ese sentido; es evidente que esta agradecido… en cuanto se nos acerca una nueva criatura, la nombro antes de darle tiempo a exponerse a un embarazoso silencio. (Eva)
…Jamás llego a tiempo de ponerle nombre a nada. La nueva criatura se lo pone a todo lo que le cruza en el camino, antes de que pueda protestar siquiera… me fastidia molestarme por esto, y de todos modos no me sirve de nada. (Adán)
“Quizá debería tener en cuenta que es muy joven…Es todo interés, ansia, vivacidad; para ella el mundo es encanto, milagro, misterio, alegría… Si pudiera tranquilizarse y permanecer callada al menos unos minutos, constituiría un espectáculo apaciguador”. (Adán)
“Me parece que la criatura está más interesada en descansar que en ninguna otra cosa. A mí me cansaría descansar tanto. Ya me cansa estar sentada observándole en el árbol. Me pregunto para qué sirve: nunca le veo hacer nada”. (Eva)
Fragmentos de la pequeña y graciosa lectura del
Diario de Adán y Eva, de Mark Twain,
( ESCRIBIRÉ ALGÚN DÍA LA VERDADERA HISTORIA DE EVA . JEJEJEJEJEJE.)
2 comentarios:
Yo quiero leer la verdadera historia de Eva!!!
Seguro está llena de detalles escabroso, jeje.
:p
Querido Yao: jejejeje, pos pa que te digo que no si si
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